Conoce las 5 consecuencias de tallarse continuamente los ojos


1. Deformidad de la córnea
Mark A. Swanson, miembro de la American Academy of Ophthalmology, advierte que frotarse, intensa y continuamente, los ojos contribuye al desarrollo de queratocono, una afección que altera la
estructura
interna de la córnea, es decir, la deforma.

Aunque no causa ceguera, la visión disminuye significativamente; si no se trata a tiempo puede progresar,
adelgazar
la córnea y hasta formar cicatrices. En casos extremos, es necesario un trasplante de córnea.

2. Infecciones
Tallarse los ojos con las
manos
llega a provocar infecciones, como conjuntivitis u orzuelo, ya que en esta parte del cuerpo abundan alrededor de 150 diferentes tipos de bacterias y gérmenes debido al contacto con numerosos objetos.

Efrén Muñoz, oftalmólogo del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), detalla que la blefaritis es una infección en la orilla de los párpados que se da por tocarse los ojos con las manos sucias que causa una sensación de arenilla y ardor en el nacimiento de las pestañas.

3. Lesiones
Al frotar hacia fuera puede rayar y dañar permanentemente la córnea. Si la picazón es causada por alergias, el roce puede liberar histaminas (alérgenos) alrededor de los ojos y hacer que la sensación de picor empeore.

4. Ojos rojos
Frotarse los ojos puede causar estragos en su apariencia. Los vasos sanguíneos se llegan a romper, lo que resulta en los ojos rojos e irritados. Con el tiempo, esto puede dar a la mirada un aspecto de cansancio y oscurecimiento alrededor de los ojos.

5. Aparición de línea de expresión
La especialista Jeannette Graf explica que el área alrededor de los ojos es la zona más delgada y sensible de la cara. Dado que no existen glándulas sebáceas, el repetido frote puede causar que la piel se estire, generando finas líneas de expresión. Cuanto más se frotas, más se estira.

Para las personas que sufren miopía o glaucoma, tallarse los ojos puede empeorar su visión, ya que al hacerlo se ejerce mayor presión y se reduce el flujo sanguíneo.

Swanson recomienda especial cuidado al despertar, ya que puede ser peligroso para la córnea, que puede estar inflamada por el exceso de líquido como resultado de niveles bajos de oxígeno durante la noche.

Por lo tanto, no hay razón para frotarlos, lo mejor es usar gotas lubricantes prescriptas por un oftalmólogo. En caso de persistir las molestias, acudir con el especialista.
Fuente: Primicias 24.com

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